domingo, 25 de abril de 2010

Esencias Sentidas

Después del desencuentro, vacío, búsqueda. La ira ya se ha ido. ¿En dónde quedo yo? Al amanecer el ave voló, de su aleteo, silencio total. Demasiadas justificaciones por nada, el vacío inmenso, justificación de todo. Del dar, compartir, aceptar, la entrega. ¿Puede el amor pedir más de lo que da? Rodeo mi esencia de piedras protectoras. ¿No impedirán que las caricias lleguen? La parte oscura de tu luminosidad daña mis ojos y mi corazón. Abracé tu luminosa oscuridad en los sonoros silencios tuyos, yo fluctúo. Me desperté abrazado a mí mismo, pero el aroma que percibo es el de ella. La conciencia de mí, es como la flor, su estructura y color son únicos. Cada mañana la luz del sol inunda todo lo creado. Yo intento ser consciente: cada mañana. Observando mi ira, encontré tu paz, estando plenamente en mi paz, comprendí tu ira. Observando con asombro las constelaciones que hay entre tú y yo, puedo entender y comprender, cuan cerca estás. La llama consume y transforma lentamente la estructura de la vela. Las gotas de la cera crean otra forma. YO SOY. Verano, calor, bochorno y las moscas molestas. ¡Tan sólo quieren quitarnos las impurezas! En la pérdida de la armonía, pérdida total de la conciencia. ¿Sabré entender el mensaje de tu luz? Amanecer entre hortalizas, el canto de las aves, sonoro silencio. Siento deseos de amarla, de proyectarme en sus infinitos espacios. Pero su roce ha calmado todos mis anhelos. Somos universos diferentes, en espacios distintos de estructuras disímiles. Pero no puedo resistirme a la atracción sublime que me lleva a tu interior. En el espejo del lago, tú y yo reflejados. ¿Qué es realidad, y que no?

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