2- Expresa desde tu Ser la Verdad que sientes en este instante. La mentira crea rutas neuronales erróneas y cubre de velos el corazón.
3- No –yo, en todas partes y para siempre. Deja fluir el sentimiento aquí y ahora. No huyas hacia el pasado– futuro, ni sigas procesos terapéuticos sin fin.
4- Acepta lo que vives por negativo que parezca y aprende de las crisis. Atraviesa el obstáculo sin ira, asume tu lección y sigue tu camino sonriente.
5- Valora lo intuitivo, percibe las sincronicidades y observa el lenguaje corporal. El Ser conoce la realidad y habla sin palabras. Agradece al Gran Espíritu.
6- Asume el miedo, la vergüenza, los celos o la cólera sin huir de ello. Somos seres de luz y de oscuridad y ambas han de ofrendarse a lo Divino.
7- Abandona los chismes y los “debería”, deja de justificarte y encarna lo Real. Sin pensamientos, acumula el Silencio en tu vientre y escucha tu corazón.
8- Mantén el sentido del humor, confía en el Poder, relativiza tu historia personal. No te identifiques con el pasado y crea alternativas a lo que fuiste.
9- Rompe tus rutinas y adicciones. Limpia tus implantes. Reinvéntate a ti mismo. Transforma los pensamientos y sentimientos que vacían tu energía.
10- Y sobre todo, nunca abandones cuando estés desesperado. Los problemas siempre retornan hasta que los tomes relajadamente y seas libre.
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